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En los artículos anteriores escribí sobre dos elementos clave en la comunicación de pareja: el reconocimiento y el aprecio.  Ahora me centrare, en el tercer elemento clave, “la aceptación”.
La aceptación muchas veces es el elemento más difícil en la relación de pareja, ya que  no es sencillo aceptar las debilidades de tu pareja.  Con el pasar de los años estas debilidades se van convirtiendo en cargas que causan molestia, desesperación, angustia, tristeza y muchas veces ganas de salir corriendo, soltando la relación. Más se nos olvida, que también nosotros expresamos gigantes que amenazan y destruyen a nuestra pareja. Ambos necesitamos “AMOR y ACEPTACIÓN” a las diferencias; sin tratar de hacer cambiar al otro, ni manipularlo para que haga o diga lo que nosotros creemos que es lo correcto. Mejor, acuérdate de los motivos por los cuales te enamoraste y decidiste compartir tu vida. Y aférrate a respetar la individualidad de tu pareja.
Cómo te sientes, cuándo te hacen una crítica continua destructiva y te están señalando, diciéndote que no haces bien determinadas cosas o no te expresas de forma correcta o, inclusive que el trabajo que desempeñas es de risa…. Por supuesto que te pondrás a la defensiva y estallaras en cólera, a parte de que no te sentirás aceptado(a) y por consiguiente con carencia afectiva.
Entonces a qué se debe tu falta de aceptación a tu pareja…?, será que estas proyectado (reflejando) tus carencias…?; es indispensable que pongas un alto a tus expresiones verbales y no verbales que denotan falta de aceptación a tu pareja y te esfuerces en aceptarlo(a) con todas sus virtudes y defectos, como a ti te gustaría ser aceptado(a). Así como tienes esa aceptación genuina hacia tus hijos(as), debes esforzarte por lograrlo con tu pareja.
¿Cómo?, deja de juzgar, de señalar, de dar instrucciones, de demandar, tan solo comparte tu vida, ríete, diviértete, construyan un presente juntos siendo equipo, compañeros y cómplices. Conversen sobre los problemas que la vida presenta, emitan sus opiniones cada uno, tomen acuerdos y distribuyan las responsabilidades y acciones, siempre en un marco de equidad.
Así mismo compartan distribuyendo las responsabilidades de la casa (aseo, orden, compras, pagos), educación de los hijos, distribución de la economía, etc….
¡EQUIDAD!, recuérdalo, la vida en pareja se trata de formar un equipo para ser felices y enfrentar juntos, tomados de la mano, en unidad, los problemas. Un frente común, unidos en una sola carne, 1 + 1 = 1.
Para lograrlo tu y tu pareja necesitan sentirse: reconocidos, apreciados y aceptados el uno por el otro. Trabajen juntos para lograrlo. Y no desesperen,  es cuestión de tiempo, de mucha práctica y por supuesto de tener una actitud positiva de querer hacerlo. Y levantarse ante la frustración y seguir intentándolo.
Recuerda que el diseño de Dios es perfecto, y nos ha hecho a los hombres y mujeres opuestos y complementarios. No intentes que tu pareja sea igual a ti, ya no sería tu media naranja, mejor esfuérzate por aceptarlo(a) y trabaja internamente en tu propia aceptación con el fin de que no estés proyectando en tu pareja tus carencias.
 
Con mucho cariño,
Dra. Camarena