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Generalmente se tiende a pensar que “la rutina” es el mayor enemigo de las relaciones de pareja. Sin embargo, expertos en psicología responsabilizan a otro factor: el aburrimiento.

El establecer una rutina es un proceso natural que se da en todas las relaciones de pareja, detalló la psicóloga Isabel de Guerrero. “Es la que permite estabilizar una relación a partir de actividades cotidianas que realiza la persona de manera independiente y las comparten entre sí, agregó”.

El verdadero problema, aclaró la psicóloga, es permitir que la rutina se convierta en el eje de la relación.

“Erróneamente ‘la rutina’ se ha estigmatizado pues entre las parejas que tienen problemas en su relación existe un común denominador y ese es el aburrimiento, el cual se da generalmente porque no comparten cosas en común”, enfatizó Guerrero.

Es esta condición la que conlleva al deterioro y distanciamiento de las parejas, pues torna incómoda o cansada la convivencia.

Otro de los factores que contribuyen a lacerar un relación es el mal manejo del estrés. “Las personas están viviendo solo para responder a las necesidades y demandas económicas y laborales; por lo que la relación de pareja se olvida o pasa a segundo plano, agregó. “Es importante mantener esa relación que se eligió por voluntad propia y los aspectos que hicieron que se enamorara”, indicó.

El plan “B” de las relaciones

Una de las prácticas fundamentales que las parejas deben realizar para no llegar a situaciones extremas es que realicen actividades recreativas que disfruten en común, indicó Guerrero.

Según la especialista es vital que las parejas mantengan como prioridad destinar un día a la semana para pasar tiempo juntos, sin interferencias como hijos o amigos.

“En la medida que la pareja retome la actitud que tenían de novios como la complicidad, estar pendiente de las necesidades del otro, en esa medida se irá restableciendo la relación”, apuntó.

Con un simple reordenamiento de prioridades se pueden generar grandes mejorías en las relaciones de pareja, aconsejan los especialistas. Sin embargo, cuando la inestabilidad sentimental se genera por problemas más delicados entonces será necesaria terapia de pareja, argumentó la psicóloga.

Una terapia alternativa

Contrario a lo que se puede pensar, no todas las terapias de pareja no tienen porqué darse dentro de un consultorio.

“La psicología siempre está explorando el impacto que el entorno tiene en las personas, las reacciones ante experiencias nuevas y gratificantes, siempre generan cambios en la actitud y perspectiva del ser humano”, afirmó.

De ahí, que el buceo sea una excelente opción para resolver problemas entre la pareja.

[pullquote_right]”El buceo es una actividad que se realiza en pareja y por su naturaleza el hecho de entrar en un mundo nuevo y desconocido genera y refuerza en los participantes sentimientos de protección en donde ambos desean velar por el bienestar y la seguridad del otro”, explicó.[/pullquote_right]

Otro de los beneficios es que se da una especie de internalización por la pareja.

“Al no poder hablar las parejas aprenden a comunicarse a través de las señales físicas, asimismo refuerza el sentimiento de ‘exclusividad’ pues se requiere estar pendientes uno del otro”, dijo Guerrero.

Gran parte del éxito de esta terapia se debe a los ejercicios psicológicos.

Según la especialista, una vez sumergidos cada pareja debe comunicarse algo que desee obtener del otro, al salir a la superficie se evalúa el grado de complicidad y conocimiento que tengan el uno del otro.

Otro de los ejercicios consiste en dejarse guiar con los ojos cerrados por su pareja. Esto fortalece la confianza y la seguridad.

En El Salvador la actividad se practica de forma segura, ya que las parejas reciben un curso previo impartido por la escuela de buceo ‘Aquática’.

“Durante el curso la persona logra vencer el miedo a lo desconocido, pues las clases se imparten en una piscina y luego se hacen cuatro inmersiones en un lago a una profundidad que oscila los cuatro y seis metros”, explicó Sameer Masri, instructor.

Luego del curso la persona obtiene su licencia internacional de buceo (PADI) la cual le permite realizarlo en cualquier parte del mundo.