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Un padre es tan importante como una madre en la vida de todo ser humano; el padre modela la figura masculina a través de sus acciones, mensajes verbales y no verbales. El primer amor de las hijas hacia el sexo opuesto es con su padre. Sueñan en tener un príncipe como él, cuando sean adultas, inclusive muchas veces compiten con mamá por él.  Cuando están cubiertas de amor fraternal, tendrán altas probabilidades de establecer relaciones de parejas sanas. Al no tener un lazo sano parental masculino las probabilidades aumentan considerablemente en relaciones afectivas inadecuadas, ya que buscan un padre en la pareja, y esto es totalmente imposible.
 
Hoy en día los padres son más afectivos, cercanos y participativos con sus hij@s. Estas características de los padres modernos, están haciendo que la convivencia sea más cercana y sana. Los descendientes están viendo a su progenitor de carne y hueso, abriendo las puertas a la confianza para conversar sobre temas importantes como el sexo, drogas, noviazgo,  sexualidad entre muchos temas más.
 
En el pasado la relación con el padre era lejana, de un gran respeto, se veía al progenitor masculino como el proveedor que resolvía lo económico y los desperfectos de la casa. Difícilmente se establecía una conversación de temas delicados, eso era con mamá. Muchas generaciones así crecieron, distante de papá, inclusive con miedo, ya que mamá decía, “cuando venga tu padre, le diré lo que haz hecho, y ya verás…..”.
 
Ahora con el desarrollo y crecimiento que esta habiendo en todos los ámbitos, la relación con papá también se ha modificado, y tan protagonista es él como mamá en la vida de los hij@s.
 
Como padre, mientras más te expreses e involucres en la vida de tus hij@s, sin exclusión de género, en la cotidianidad de la vida, como compartir de la elaboración de una comida, ir de compras, a la barberia o salón de belleza, desarrollar juntos un deporte, elegir un atuendo o asesoría de belleza, supervisar los deberes, conversar compartiendo criterios y puntos de vistas, establecerás un vínculo emocional con tus hij@s, que cuando ell@s sean adultos, te mantendrán presente en su vida y con su familia.
 
No importa que tus hijas sean adolescentes y estén completamente desarrolladas, ellas necesitan seguir sintiendo tus abrazos, besos y palabras de aliento. No te alejes de ellas, sigue jugando, conversando y siendo su cómplice.
 
Y qué decir de los hijos varones, también necesitan sentir tus abrazos, besos y escuchar tus palabras de aliento. Créeme que no son cosas de mujeres. Todo ser humano necesita recibir caricias y escuchar palabras positivas.
 
Continua fomentando el contacto emocional que has venido estableciendo durante sus primeros años. Tus hij@s necesitan escuchar tus sabios consejos sobre el noviazgo, tu guía para proyectar su futuro, tu aprobación de sus actos, tu reprensión ante sus errores, tu compañía hasta el final de los días, tu apoyo cuando decaen, tu fortaleza para seguir adelante, tus ojos para ver el futuro por tu experiencia, tu hombro para llorar y tus brazos para refugiarse.
 
Papá y mamá son pilares necesarios para la vida de todo ser humano. Y un padre proactivo es el mejor tesoro que puede tener un hij@!!!!!!

Dios te bendiga con abundancia espiritual y emocional.
Dra. Camarena