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Buenas tardes Dra. Camarena, tenemos 20 años de casados, mi esposo tiene 50 años y yo 52 años. Nos amamos, somos amigos, compañeros, siento que conversamos de todo, nuestros hijos ya son adultos, ya se fueron de la casa. Ambos trabajamos.
 
Mi pregunta es, cómo podemos hacer para mejorar nuestra frecuencia sexual, ya que estamos tan cansados por las noches que no tenemos intimidad. Y los fines de semana que estamos más descansados, pasamos viendo series y haciendo las compras, tampoco tenemos sexo. Qué podemos hacer Dra.?
 
Amada lectora:
Gracias por compartirnos tu caso.
 
Frecuentemente sucede que las parejas cuando contraen matrimonio y empiezan a compartir una vida juntos, su sexualidad paulatinamente va en decremento, debido a la cotidianidad, a las responsabilidades que hay que enfrentar, a la fatiga, al cuido de los niños, etc. Un sinfín de posibilidades que van separando sexualmente a la pareja.
 
La palabra es bien clara, en 1ª. Corintios 7:5, dice:
 
“No se nieguen ese derecho el uno al otro, a no ser que lo decidan juntos, y por cierto tiempo, con el fin de dedicarse más a la oración. Después vuelvan a estar juntos, no sea que caigan en las trampas de Satanás por no saberse dominar”.
 
Ahora bien, en su caso, ya no hay responsabilidades de cuido de niños, pero si hay una disminución de la libido sexual debido a la edad de ambos. Posiblemente ud. este en la menopausia y su esposo ya no tiene el ímpetu sexual de años anteriores.
 
Mi sugerencia es que ambos deben tomar acuerdos de tiempo y formas para incentivar la llama del amor en su matrimonio. Es decir, en lugar de ver series, tener una sesión de amor, de caricias, ¿qué le parecería preparar la atmósfera en su casa antes de que llegue su esposo?, coloca velas en la sala, música romántica de fondo, el comedor preparado de una forma especial, también con velas, una cena ligera y especial; ud arreglada con un lindo vestido, con tacones, maquillaje tenue; esperando a su amado esposo para conversar sobre el amor que se tienen, recordar los momentos lindos que han vivido; disfrutan de esa cena especial, van a tomarse el cafecito a la sala, a bailar esas canciones románticas que han acompañado su historia de amor y empiezan las caricias y el preámbulo sexual.
 
Las parejas destinan tiempo para todo, trabajo, amigos, familia, iglesia, ejercicio, ¿y el sexo?, lo dejan de último, entonces ya no hay ni energía ni tiempo para disfrutar este regalo y mandato de Dios para todo matrimonio.
 
La intimidad sexual debe de ser una de las prioridades para todo matrimonio, te invito amada lectora a reducir las horas de series, de afán, de mandados e incrementar el tiempo para incentivar la llama del amor en tu matrimonio, a que ambos despierten su sexualidad siendo creativos para expresarse mutuamente su amor.
 
En un matrimonio, jamás debe de faltar la intimidad sexual, indiferentemente de la edad de los conyugues. Si hubiera alguna dificultad física, sus sesiones de amor pueden ser a través de caricias y palabras de amor, no necesariamente tiene que haber penetración.
 
Dios te bendiga,
 
“Imagina una nueva historia en tu vida, ponle toda la fuerza de tu corazón, una actitud positiva y será tu historia”.
 
Dios te bendiga.
Dra. Camarena.