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Artículo publicado en La Prensa Gráfica el 10 de Junio de 2012

Por Dra. Isabel Camarena

Muchos padres que estamos en la década de los 40 años de edad tenemos hijos en la etapa de la “aborrecencia”. No me he equivocado en sustituir este término por adolescencia, ya que considero que esta etapa es de aborrecencia, ya que adolecen de todo ¿no crees? Y, llega justamente, cuando nosotros como padres estamos viviendo la crisis de los 40, etapa en la que te replanteas qué has hecho en la vida, quieres vivir, disfrutar, tener libertad para rcomo hablar con los hijosealizar muchos de los proyectos que te habías planteado, pero por falta de plata o de tiempo no lo has hecho.

Ahora ya no tienes niños pequeños que vestir, alimentar o sentar para que hagan la tarea. Pero tienes un adolescente a lado de ti, con una mezcla entre adulto y niño, que quiere libertad sin responsabilidad, te reta continuamente, te exige beneficios y comodidades, sin dar resultados a cambio, claro está.

Y aparte tienes que andarlo supervisando cuando sale de casa o navega en internet para que no se meta, ni te meta en problemas. Y del rendimiento académico, ni hablar, el pequeño de buenas notas, ahora apenas y alcanza un 6. Y con frecuencia te preguntas ¿qué le ha pasado a mi niño cariñoso, platicador, que me pedía ver TV o jugar?; ahora se encierra en su cuarto, pocas palabras expresa y cuando lo hace es para debatirme.

[quote]Lo primero es tener claro que tu hijo es un ser independiente a ti, con su propia personalidad y aspiraciones. No será lo que tú quieres que sea. Le has dado las bases de formación en la infancia, ahora solo tienes que supervisarlo y hacerle sentir que lo amas y estarás siempre para apoyarlo[/quote]

¡Tienes que soltarlo para que viva su propia vida!, ocúpate en:

  • Incrementar la comunicación, busca espacios para sentarse a conversar, háblale sobre TI, de tu diario vivir, de tus sueños, de tus problemas, hazlo partícipe de tu vida. Y ESCÚCHALO sin emitir juicios, ni recomendaciones.
  • Identifiquen una actividad de recreación que ambos disfruten.
  • Re-establece las reglas de convivencia con sus consecuencias: horas de llegar a casa, permisos, rendimiento académico, responsabilidades en casa, horarios de dormir, uso de la computadora, etc.
  • Conoce a sus amigos: ofrécele la casa para que realice reuniones.
  • Exprésale que lo amas. Es un gesto importante para un ser humano.
  • Y no olvides VIVIR tu VIDA plenamente, AMA con todo el CORAZÓN y deja atrás los pensamientos negativos que solo te atan.

 

Este artículo fue publicado en la sección Salud de La Prensa Grafica el 10 de Junio de 2012