[dropcap]U[/dropcap]no de los temas que constantemente genera opinión entre mujeres y hombres, casados y no casados, es el de si la intimidad en un matrimonio se lleva con la misma intensidad, con el mismo erotismo, que como se puede disfrutar en el noviazgo.

Pese a que para muchos tener relaciones extramaritales no es lo correcto, es un hecho que muchas parejas lo hacen.

El doctor José Roberto Lizama, sexólogo, lo aclara muy tajantemente: “Sí, definitivamente cambia”.

Por supuesto que esto no debe ser causa de frustraciones en ninguno de los dos miembros, porque disfrutar de una pareja no necesariamente se limita a tener relaciones todo el tiempo, lo importante es que cuando se tengan, se sientan plenos, como han insistido muchos otros especialistas en anteriores ocasiones. El mismo Lizama lo reitera al decir: “No quiere decir que el sexo de matrimonio no es bueno”. Solo que este requiere de aspectos que el otro no contemplaba, afirmó el experto.

[pullquote_right]La psicóloga Isabel Camarena analiza la situación desde otra perspectiva y la asocia con un decenso de pasión debido al estrés diario que generan las ocupaciones o los muchos años de compartir bajo el mismo techo. “Esto trae como consecuencia la fatiga física y mental, aumenta los conflictos y malos entendidos por el mismo estrés, quedando muy poca energía y tiempo para compartirlo en pareja”, explica Camarena.[/pullquote_right]

La creatividad y el interés sexual se ven afectados, y son otras cosas de la vida familiar las que van tomando importancia, según Camarena

Aunque coincide con Lizama al afirmar: “No es que no sea importante, sino que se va convirtiendo en secundario”.

Asegura que para que la pareja pueda entenderlo, se debe hablar sobre lo que está pasando, de sus problemas fuera de la casa, del trabajo, de la educación de los hijos y del dinero, y en todo caso entender que el enfoque de la sexualidad en la pareja de casados, sobre todo si ya tienen familia, cambia, pero que eso no es obstáculo para que ambos se disfruten plenamente por pequeñas que sean las cosas.