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Ser madre es uno de los dones más grandes que una mujer puede recibir. Tanta plenitud otorga en la vida de ellas que lo normal es que la vida de muchas gire en torno a la de sus hijos. Pero con la idea de ser la mejor madre del mundo, su condición de mujer queda en segundo o tercer plano.

Pero ten cuidado. Si bien es cierto que esto habla muy bien de ti, llevas un desbalance en tu vida y con ello arriesgas tu salud mental en un futuro. Para la psicóloga Isabel Camarena, tanto el rol de madre como el de mujer son importantes y requieren de igual atención, y menciona el famoso “equilibrio”.

Algo común que suele pasar cuando las madres se olvidan de su rol de mujer es que se descuidan del tiempo que deben dedicarse a sí mismas, o incluso de ser independientes. Y ni se diga si son madres solteras o divorciadas. Los hijos son una especie de freno para rehacer su vida.

Aunque suene ilógico para algunas madres, la psicóloga asegura: “Jamás debemos de olvidar que somos mujeres antes de ser esposas y madres”. Todo tiene que ver con la autoestima.

Independientemente de la edad que se tenga, Camarena aconseja fomentar la independencia a la par de la autosuficiencia. En cosas tan pequeñas se puede empezar, como desconectarse del rol de madre mientras trabajas. Por supuesto, asegurando que todo quede bajo control.

Tomando en cuenta que la ley de la vida es nacer, crecer y reproducirse, lo que menos hace este tipo de madre es pensar que algún día sus hijos formarán su propio hogar y dejarán la casa. Acá no solo la mamá sufre, sino también los hijos.

En este punto, la psicóloga trae a su memoria el síndrome del “nido vacío”, que es cuando los padres están centrados en sus hijos, y cuando estos se van se sienten vacíos sin expectativas ni planes futuros. Pero no hay que llegar a esto. Como explica la especialista, hay que pensar que “los hijos son un regalo de Dios” y que vienen “a completar la felicidad” de la mujer. “No centremos nuestra vida en ellos, porque les estamos negando el derecho y la oportunidad de vivir y nos convertiremos en una gran carga para ellos”, reflexionó.

Tampoco se quiere promover la idea de que los hijos no deben depender de las figuras paternas (o viceversa) para satisfacer sus necesidades. Por supuesto que sí, pero solo cuando se es niño. Camarena dice que a partir de los 18 años “solo hay que depender de Dios y de uno mismo”.

[quote]Cuando una adulta depende de un hombre, de la aprobación y aceptación social, y de sus hijos, está sentenciada a morir en vida, ya que su felicidad y bienestar se basarán en lo que le den los demás. Asimismo, estás sentenciando al otro a cargar contigo y le obstaculizarás su crecimiento[/quote].

La propuesta es que, como madre, pienses que en la medida que en te completes y te fortalezcas como mujer, así podrás dar más amor y compromiso a tus hijos. Camarena invita a las mujeres a reflexionar sobre el siguiente mensaje: “El rol de las madres es educar, formar y guiar, no es dejar de ser mujer para convertirse en madre exclusiva”. Un error que muchas cometen cuando se olvidan de ellas mismas y hasta de sus parejas, y luego vienen rupturas matrimoniales y culpas emocionales. Un aplauso para ti en este Día de la Madre, tú que luchas cada día por ser la mejor madre y mujer a la vez.