Posted on

Justo después de haber experimentado el momento más íntimo y gratificante con tu pareja, uno de los dos da la espalda y en cuestión de segundos queda dormido. Aquel gesto de prestarte atención, mimarte, platicar sobre la experiencia o de decirte cuánto te ama no tiene cabida. La mayoría de las veces quien se queda dormido tras el sexo es el hombre, aunque también hay mujeres que lo hacen.

Sobre esta situación, Adalberto H. comparte su experiencia: “A mí lo que me gusta hacer después de tener sexo es dormir, pero también comer. Se me levanta el apetito”.

¡Vaya qué antojos! ¿Se imaginan a este hombre haciendo el amor a la medianoche y como acto seguido a encender el carbón para cumplir su deseo? Mejor que se duerma.

Aunque al parecer, siempre sería un problema ya que la mujer (en la mayoría de los casos) tiende a quejarse de esta acción, incluso llega a sentirse “usada”, pues quisiera estar conectada con ese afecto de manera más prolongada.
¿Un problema?

Según un estudio científico realizado en dos universidades importantes (Michigan y Pensilvania), la felicidad de una relación podría radicar entre quedarse o no dormido tras una sesión de sexo.

[pullquote_right]“La tendencia a quedarse dormido después de tener sexo se asocia al deseo de una unión más fuerte y un afecto mayor; sin embargo, aquellas mujeres cuyas parejas se duermen primero se quedan con un sentimiento de inseguridad y vacío de afecto”, sostiene el estudio, el cual ha sido publicado en el sitio Univision.com.[/pullquote_right]

Por eso es que psicólogos aseguran que “mimarse y hablar después de tener sexo” es una forma “crucial” de expresar a la pareja su compromiso con el otro.
Entenderlo como algo normal

Pero ¿qué sucede en realidad? Es algo que por naturaleza no puede evitarse. ¿Por qué tiene que causar estrés o crear frustraciones en algún miembro de la pareja? El sexólogo José Roberto Lizama lo explica al decir que cuando se da una respuesta orgásmica, se detona una cantidad de endorfinas o sustancias del placer que evoca una cantidad de relajación y tranquilidad. “Eso facilita la inducción del sueño”, indicó.

Según nutricionistas, en un encuentro sexual se puede quemar entre 150 calorías y 350 calorías. Besarse durante una hora resta unas 200. ¿Tendría o no lógica que se duerma cualquiera de los dos?

Como lo explica el estudio antes mencionado, la reacción podría ser “inconsciente y, esencialmente, una manera de evitar hablar sobre los sentimientos después del sexo”. La persona ve el momento propicio de comodidad para descansar.

[quote]“Se dice que el hombre a través del sexo pierde energía y las mujeres nos energetizamos, nos sentimos enérgicas, positivas, amadas, fuertes después de hacer el amor con nuestro ser amado. Con el pasar de los años, nuestros amados van perdiendo fuerzas y después de una relación sexual muchas veces quedan exhaustos y necesitan descansar e incluso dormir”, justifica la psicóloga Isabel Camarena, experta en temas de sexualidad.[/quote]

Esta profesional no considera que deba ser “ofensivo” para la pareja dormir después de hacer el amor, siempre y cuando ambos estén satisfechos con el acto sexual. En lo que hay que prestar atención, dice, es en que ambos siempre estén atentos uno del otro, velar por la satisfacción recíproca y que la pareja no llegue a sentir ese “vacío” que podría percibir en algunas ocasiones cuando también el cansancio laboral tenga algo que ver.

“Si tenemos un acto sexual placentero, podemos platicar unos minutos sobre el disfrute que tuvimos, expresarnos verbalmente nuestro amor. Eso es delicioso”, culminó Camarena.